Me decidí a escribir estas primeras líneas para compartir con mi familia el estado de exultación que tengo a nueve días de mi primera MARATON.
Este estado esta maximizado por los pocos meses que llevo de preparación para estos 42 kilómetros.
Después de muchos años sin calzarme las zapas para correr, comienzo a trotar el 1 de diciembre del 2007. Me compro unas Mizuno de 50€ (no quería gastar más pensando que no iba a durar mucho ya que unos meses atrás había tenido unos lanzamientos fallidos) Me pongo como meta la Media Maratón Elvas-Badajoz el 20 de abril del 2008. Me fijé una marca a batir: 1hora y 34 minutos. Esto es a 4:30 el kilómetro.
Los primeros trotes fueron horribles. Mi pulsómetro marcaba 160ppm y mi ritmo era un poco más que caminar rápido.
Conocí un camino de tierra (piedras, pozos y más subidas que bajadas) que salía justo detrás del gimnasio, y me puse mis primeros objetivos: salir todos los días a trotar con lluvia, viento, desgano o dolores, y no menos de 40 minutos.
A partir del tercer día empezó lo bueno. Me aparecieron dolores en las dos rodillas para después pasar a la cadera y por las noches un dolor de espalda que a veces me despertaba. A la mañana era otro cantar. Tardaba algunos segundos en ponerme derecho después de bajarme de la cama, y varios pasos en que las rodillas se acomodaran.
Pensaba para mi: -“¿será bueno esto?”
Gracias a esos dolores un masajista amigo me encontró un par de vértebras desacomodadas de varios años atrás, y un naturopata me las acomodó. En cinco o seis días el dolor de espalda se fue pero mis rodillas seguían igual.
Llega navidad y con ellas un par de zapas Mizuno Creation 8 con amortiguación para mis casi 80 kilos que mi preocupada Patri me regaló.
A partir de ahí mis rodillas mejoraron, pero seguían doliendo.
Un parón de 5 días por año nuevo y reyes para dejar atrás los trotes suaves y empezar a entrenar con un pequeño plan de entrenamiento que me tracé. Mis pulsaciones empezaron a bajar y mis trotes eran cada vez más rápidos y cada vez más largos.
El 27 de enero corro una Media Maratón en Badajoz. Mi tiempo: 1h 47min. Tardé una semana en recuperarme de los dolores para volver a trotar.
Pero la vuelta fue mejor de lo que esperaba. Mis pulsaciones seguían bajando y mis trotes eran cada vez más rápidos.
El 2 de marzo corro otra Media Maratón en Mérida. Preciosa!. Pasábamos debajo de monumentos históricos y sobre también. Corrimos por caminos y puente romano.
No pude ver el ritmo hasta el kilómetro 3. Mis pulsaciones 155 y mi ritmo por kilómetro a 4:25. Me cagué en las patas y aminoré un poco. 150 pulsaciones y a 4:30. Me encuentra Patri en la bici (que se la regalé para el cumple) y a partir de ahí charlando pasan los kms y seguía igual. No lo podía creer. Por varios pasos del recorrido estaban mis suegros con Cati alentándome. Lo mantuve hasta los 15 km y después…cambié de ritmo!!! Sabia que en el kilómetro 18 había una subida de casi un kilómetro, así que me guardé un poco. Pasada la rampa todo era cuesta abajo. Paso por la peatonal y el centro de la ciudad, un par de esquinas y veo la meta. Mi tiempo: 1hora 34 minutos.
Había conseguido la marca que me había puesto como objetivo DOS MESES ANTES DE LO PREVISTO.
Con las pilas que cargué ese finde me anoté a la Media Maratón de Lisboa dentro de dos semanas. Largamos 14.000 personas: 7500 para la Media y el resto una carrera de 7km. Misma estrategia que en Mérida pero un pelin más fuerte: hasta el km 15 a 155 pulsaciones y después más.
A pesar de la cantidad de corredores durante todo el camino me sentí solo. No corrí con ningún español. Eran portugueses, ingleses, un alemán o bien no hablaban. Así que me fui distrayendo con la gente y los grupos de música que estaban a lo largo de todo el recorrido
Les juro que después de los 16 no me daban las piernas para ir más rápido. La barrera de los 4 minutos que estaba haciendo en cada km eran insalvable. Intentaba relajarme ya que en las carreras anteriores, en el ultimo kilómetro, me daban unas arcadas que parecía que iba a escupir la tráquea. Paso los 20 y un reloj que estaba puesto ahi marca 1 hora 26 min 37 seg. Calculé lo mas rápido que me permitió la falta de oxigeno y me dí cuenta que no solo iba a bajar mi marca sino que podía bajar la hora y media. Pero necesitaba correr en menos de 4 el km. Seguí empujando con todo lo creía que tenia. Por miedo a las arcadas (que aparecieron 500m antes) no puse más. Mi tiempo fue de 1h31min.
Ese mismo domingo decidí correr la MARATON. No sabia cual pero quería correr una. El lunes encuentro que la de Madrid se hace el 27 de abril. Quedaba solamente 5 semanas…y me anoté.
Y hoy, aca estoy, a una semana del objetivo que me había propuesto para fin de año. Con un sueño que soñé desde que corro, allá por el año ´89.
Para que a esta experiencia no le falte nada hay otro objetivo. No solamente quiero terminarla, cosa que sé que haré, sino que la voy a correr en menos de 3horas 20minutos.
Esto de estar corriendo varias horas solo todo los días por el campo me hizo conocer más cosas de mi que ninguna otra experiencia. Me motivó a ver las cosas con otros ojos, a tomarme las cosas de otra manera. Cuando lo junté con mis experiencias personales y laborales me di cuenta que todo es posible, que los sueños se pueden materializar, que no todo queda en la mente. Con empeño, confianza y paciencia podría lograr todo, y cuando digo todo estoy convencido que todo lo que me proponga puedo lograrlo.
Por eso me decidí no solo terminar la Maratón sino que a bajar las 3h20min; tiempo que piden para correr una carrera de 100km que se hace en octubre.
Las marcas en mis entrenamientos me dicen que puedo, el domingo que viene veré si la Maratón me deja seguir esta historia.
Lo que tengo muy claro es que si no es en esta será en la próxima, que por mis venas corre sangre de maratonista.
No llegaré a ser el más rápido, pero seré lo más resistente que mi cuerpo y mi mente me permitan.
Me queda la última semana antes del Maratón. Creo que la más difícil mentalmente. Espero que el lunes pueda escribir contando mi victoria personal.